Encuentro virtual se realizó el pasado 13 de diciembre.
Realizando un balance de lo que fue el 2023, Macarena Rosenkranz, directora ejecutiva del Nodo CIV-VAL y Directora de Innovación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), presentó las principales acciones y colaboraciones realizadas por el Nodo CIV-VAL ante los miembros del Comité de Coordinación Macrozonal (CCM).
Este encuentro, que se realiza cada dos meses, contó con la participación de representantes de instituciones socias al Nodo, tales como: CEAZA, CERES, la Universidad de Valparaíso (UV), la Universidad de La Serena (ULS) y la PUCV. Además se contó con la presencia de organismos invitados, entre ellos: la Universidad Central de Chile (UCEN) y la Universidad Santo Tomás, quienes han participado activamente de estas instancias de reflexión y colaboración.
“El Nodo CIV-VAL ha desarrollado un arduo trabajo durante este 2023 para continuar articulando y siendo un espacio de apoyo para las instituciones socias, siempre pensando en dar relevancia a nuestras áreas priorizadas: Alimentos, Recursos Hídricos y Biodiversidad. Agradecemos la participación y compromiso de todas las actorías del ecosistema de la CTCi que nos han acompañado durante esta tercera etapa de ejecución del proyecto y esperamos continuar trabajando en conjunto” comentó Macarena Rosenkranz.
Valoración de la acción del Nodo CIV-VAL
Carlos Olavarría, director ejecutivo del CEAZA, institución socia al Nodo desde sus inicios, se refirió a la labor de este espacio, aportando que: “El trabajo que estamos haciendo en el Nodo, para la aceleración del impacto de la CTCi en los territorios, creo que es bastante importante por varios motivos. Hemos logrado, primero, hacer una identificación de áreas prioritarias, que considero que fue uno de los logros principales de la primera etapa, que nos permitió poner un foco en estos tres ámbitos de Alimentos, Recursos Hídricos y Biodiversidad. Y eso no es menor, porque dentro de todas las disciplinas y temáticas de la CTCi, no es sencillo para una macrozona también un poco diversa el poder encontrar puntos en común para poder focalizar entonces nuestro trabajo colaborativo. Lo segundo que es muy importante para el ecosistema de la CTCi en la región, ha sido esta asociatividad que, en cierta manera, nos forzó en un comienzo el nodo, pero que ha sido bastante valioso, creo, porque hemos creado también confianza y hemos logrado capacidades de colaboración en un mundo que, en cierta manera, también es bastante competitivo”.
Por su parte, Carlos Huenchuleo, director ejecutivo del CERES comentó que “Como Centro de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, queremos agradecer la labor del Nodo CIV-VAL, desarrollando un excelente trabajo en la macrozona de las regiones de Coquimbo y Valparaíso para articular distintas instituciones vinculadas a la ciencia y aplicación en el territorio. Creo que es una instancia que nos ha ayudado mucho a estas instituciones y en particular a nosotros como Centro Ceres para vincularnos con otros actores del territorio, del ámbito académico y privado. Además, es una tremenda oportunidad también para nosotros para posicionarnos en el territorio y poder cumplir de la mejor manera nuestro objetivo, nuestra misión, que es promover el desarrollo de una agricultura sostenible y también de sus territorios rurales. Así que solo palabras de agradecimiento para el equipo del Nodo CIV-VAL. Esperamos seguir colaborando estrechamente durante el próximo año 2024”.