Las Últimas Noticias entrevistó a María Elvira Zúñiga, directora del CREAS, académica de la PUCV, miembro del Comité de Coordinación Macrozonal del Nodo CIV-VAL y premio nacional del Colegio de Ingenieros.
Por Oscar Valenzuela
“No tenía idea de que era tan buena para las matemáticas hasta que entré a la universidad”, admite María Elvira Zúñiga. En el colegio le gustaban todos los ramos, recuerda, desde ciencias a filosofía, aunque siempre tuvo facilidad con los números. Hija de médico y hermana de ingenieros, el amor por lo científico lo traía desde su casa.
Terminó eligiendo la carrera de Ingeniería Civil en Bioquímica en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). “Requiere no solo conocimientos de física y matemática, como cualquier ingeniería, sino también entender procesos biológicos, bioquímica, biología celular, conceptos más nuevos dentro de la ingeniería”, señala. Ya titulada optó por dedicarse al desarrollo y mejora de alimentos.
Aparte de académica en la PUCV, hoy es directora del Centro Regional de Estudios Alimentarios Saludables (Creas), que ha trabajado en el desarrollo de más de 100 nuevos productos o ingredientes, entre ellos pastas altas en proteínas y bajas en carbohidratos, un jarabe de frutas enriquecido con fibras y un colado de verduras orgánicas, para niños y tercera edad.
María Elvira Zúñiga también es la primera mujer en recibir el Premio Nacional del Colegio de Ingenieros de Chile, un reconocimiento que se entrega desde hace 29 años a profesionales que contribuyen al desarrollo de la especialidad en el país.
¿Qué piensa de este premio que hace pocos días le otorgaron por votación sus colegas del Consejo Nacional del Colegio de Ingenieros? “Me siento muy sorprendida”, confiesa.
Aplicación a full
Su área de especialización son las transformaciones a través de procesos enzimáticos, especialmente en la industria, para obtener suplementos alimenticios o ingredientes saludables que le otorgan valor agregado a los productos.
Así, por ejemplo, se enfocó en la producción de fructooligosacaridos, muy parecidos al azúcar común pero con bajo índice glicémico. Otra arista de su labor es mejorar el rendimiento de extracción de aceites con propiedades bioactivas.
“Me estimula siempre trabajar en temas que sé que van a aplicar, que yo pueda ver que a alguien le sirve”, define. “También puedes trabajar en ciencia frontera, eso es fantástico, el conocimiento que se está creando es absolutamente necesario, pero sabes que van a pasar años para que alguien lo aplique concretamente. El conocimiento en general es más lento, especialmente en el área biológica, porque los procesos tienen muchas variables”.
También se dedica a investigar cómo utilizar residuos de alimentos para obtener ingredientes enriquecidos. “En el proceso industrial del jugo, por ejemplo, quedan muchos descartes como piel o semillas, que tienen componentes de bastante valor, con más antioxidantes que la pulpa, tienen más fibra”, asegura.
Galardón motivante
La académica dice estar muy honrada con ser la primera ingeniera en recibir el reconocimiento de sus pares a través del Premio Nacional. Creo que nos muestra que hay un cambio de las mujeres, de las niñas, por interesarse en las disciplinas STEM (NR: acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática). Chile tiene un indicador bastante bajo en cuanto a las mujeres que las estudian, más bajo las que ejercen y menor aún es el numero de mujeres que llegan a cargos directivos en esta área”, opina.
Su idea es que este galardón sirva para estimular a las estudiantes, sobre todo las que están en la educación escolar. “Me encantaría que fuera motivante para niñas que están pensando seguir una carrera, decirles que pueden tomar cualquier carrera que quieran, que pueden realizar cualquier labor de la ingeniería, que el mundo laboral está cambiando. Si están felices haciendo lo que quieren sería fantástico”, enfatiza.
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El monto máximo de recursos que se puede solicitar por propuesta es de $300.000.000 (trescientos millones de pesos) totales. Plazo de postulación: 20 de octubre de 2021.
La emergencia de la escasez hídrica presente en el país desde hace 12 años, sumado a la baja pluviosidad registrada durante el presente año 2021, han generado profundas y complejas problemáticas para el diario vivir de la ciudadanía en su conjunto, así como también, ha afectado el normal desenvolvimiento de múltiples áreas de desarrollo económico y productivo nacional. Bajo este contexto, el Gobierno de Chile consciente de su responsabilidad para enfrentar esta compleja situación, ha establecido un Plan de Emergencia contra la Sequía, el cual busca aumentar la disponibilidad de agua y mejorar la eficiencia en su uso, con el objetivo de asegurar el abastecimiento para el consumo humano y la producción de alimentos.
Dentro de las medidas contempladas en este plan, se establece la creación de un Fondo de Investigación Estratégica en Sequía, para el diseño de políticas públicas, normativas, investigaciones y soluciones tecnológicas para hacer frente a la sequía. Dicho fondo estará alojado en el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y será diseñado y ejecutado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
Con el objetivo de cumplir con esta importante responsabilidad y responder a lo encomendado por Plan de Emergencia contra la Sequía, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo a través de la Subdirección de Redes, Estrategia y Conocimiento y de la Subdirección de Centros e Investigación Asociativa, llama a ”Concurso Fondo de Investigación Estratégica en Sequía (Asignación Rápida) año 2021”.
Objetivo general del Concurso
El objetivo de este concurso es acelerar los resultados de las líneas de investigación y desarrollo que generen: i. conocimiento científico que permita aportar al diseño de políticas públicas o apoye a la toma de decisiones en temas de sequía y sus consecuencias a nivel nacional; ii. desarrollos tecnológicos basados en I+D que contribuyan a resolver desafíos y oportunidades relacionados directamente con la escasez hídrica y sus consecuencias para Chile.
Duración del instrumento
Hasta 12 meses.
Monto a financiar
El monto máximo de recursos que se puede solicitar por propuesta es de $300.000.000 (trescientos millones de pesos) totales.
Resultados esperados
En atención a la temática del proyecto, algunos de los resultados esperados podrán ser:
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COLUMNA DE OPINIÓN
Por María José Escobar, seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro en www.latercera.com | FOTO: DEDVI MISSENE
En el camino de fortalecer la vinculación entre diferentes actores del ecosistema, sobre todo en temas del recurso hídrico, es que contamos con iniciativas que no tan solo realizan un diagnóstico de la necesidad, sino que aúnan las investigaciones ya existentes para entregar eficiencia al uso del agua.
Tras trece años de escasez, la situación hídrica del país es alarmante. Con un 76% de la superficie nacional afectada por sequía y desertificación, el panorama se ha vuelto complejo, planteando tremendos desafíos de coordinación nacional, regional y comunal.
En la macrozona centro, la situación es crítica. Valparaíso, ya el 2020 registraba un déficit de lluvias del 36,8%, que incluso en algunas áreas de la región ya estaría cercano al 70%. En el caso de Coquimbo, el déficit de precipitaciones anuales ya llega al 70,6%, mientras que los embalses y caudales de las provincias de Elqui, Limarí y Choapa, para mayo del 2021, no estarían transportando más del 30% de su capacidad y volumen hídrico.
La lucha contra la escasez debe enfrentarse bajo una mirada local, regional y enfocada en las capacidades científicas, tecnológicas y sociales presentes en la zona. Estamos frente a un contexto de emergencia que requiere de nuevos paradigmas urbanos, para que nuestras ciudades y zonas agrícolas puedan subsistir de manera sostenible, de cara a los cambios que llegarán junto al cambio climático. Lograr que las regiones de Valparaíso y Coquimbo, sus gobiernos regionales, 53 comunas y ciudadanos se beneficien del conocimiento generado en universidades y centros de investigación que conocen los ecosistemas que los circundan, es el objetivo estratégico.
Estamos frente a una crisis, pero también ante la oportunidad de que la academia, el Estado y la ciudadanía trabajen de forma coordinada para enfrentar la escasez hídrica. En la macrozona, existe un vasto conocimiento científico tecnológico en temas hídricos a disposición, tales como: tratamiento y reciclaje de aguas residuales, desarrollo de tecnologías para la recolección y purificación de la humedad del aire, sistemas de alta eficiencia para el agua potable rural, monitoreo del consumo de agua y la optimización de las redes de distribución. Nuestro rol, es articular para que actores clave en la investigación y la innovación, se encuentren y conversen con los tomadores de decisiones y los habitantes de los territorios, por lo que organizamos un encuentro bi-regional informativo,que permitió conocer avances que ya están siendo conducidos por investigadoras e investigadores de Valparaíso y Coquimbo.
En el camino de fortalecer la vinculación entre diferentes actores del ecosistema, sobre todo en temas del recurso hídrico, es que contamos con iniciativas que no tan solo realizan un diagnóstico de la necesidad, sino que aúnan las investigaciones ya existentes para entregar eficiencia al uso del agua. Si queremos enfrentar la escasez hídrica y la consecuente emergencia agrícola, debemos hacerlo a través de la ciencia, la tecnología, el conocimiento. y la innovación, los cuatro pilares de nuestro ministerio. El bienestar social y la protección de nuestras cuencas y caudales es un problema de todos, la única forma de solucionarlo es trabajando juntos en favor del bien común.
En dos talleres virtuales, los asistentes tuvieron la oportunidad de co-definir problemas social y territorialmente relevantes para las regiones de Valparaíso y Coquimbo en el área de Recursos Hídricos, e identificar desafíos que puedan ser abordados a través de la ciencia y la tecnología.
De manera virtual y con la participación de actores clave del ecosistema de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCi) de la macrozona centro, el Nodo CIV-VAL realizó dos talleres participativos, cuyo objetivo fue identificar problemas y desafíos relevantes relacionados a Recursos Hídricos en las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
Durante la primera sesión, realizada el jueves 02 de septiembre, los participantes tuvieron la oportunidad de trabajar en grupo para co-definir problemas social y territorialmente relevantes para la macrozona centro en esta área considerada prioritaria por su contingencia a nivel regional, nacional y mundial.
Posteriormente, durante la segunda sesión, que se llevó a cabo el jueves 09 de septiembre, los asistentes se encargaron de identificar y discutir desafíos específicos que pudieran ser abordados a través de la CTCi, a modo de identificar líneas de acción, disciplinas y actores que orienten el futuro trabajo del Nodo.
En ese sentido, Marcelo Olivares, director alterno del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (UCN), sede Coquimbo, aseguró que “el trabajo que hemos estado desarrollando busca levantar iniciativas que permitan potenciar el impacto territorial de la CTCi y alimentar la hoja de ruta del Nodo, por lo que la idea de estas jornadas es avanzar en la definición de problemas y desafíos que están asociados a los recursos hídricos y que pueden ser abordados desde la ciencia y la tecnología”.
Previamente, el Nodo CIV-VAL realizó talleres similares enfocados en las otras áreas priorizadas de manera participativa: Alimentos y Biodiversidad, donde también se sumaron actores relevantes del ecosistema CTCi con experiencia o interés en las temáticas, además de representantes de la academia, la sociedad civil, el sector público y privado. Los resultados preliminares de cada uno de los talleres serán informados a través de los canales oficiales del Nodo CIV-VAL.
Cabe recordar que la iniciativa “Articulación y consolidación del Nodo ‘CIV-VAL’ para la aceleración del impacto territorial de la CTCi en la Macrozona Centro” es financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y ejecutada por ocho instituciones de las regiones de Valparaíso y Coquimbo (PUCV, UV, UTFSM, ULS, UCN, CINV, CEAZA, CREAS), quienes se encuentran trabajando colaborativamente para identificar las brechas que han limitado el desarrollo científico en el territorio para implementar acciones piloto que las aborden.
Durante la actividad, los miembros del CCM tuvieron la oportunidad de conocer y priorizar el impacto de los resultados preliminares obtenidos en las jornadas de trabajo y talleres realizados en las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
El pasado miércoles 01 de septiembre el Nodo CIV-VAL convocó, de manera virtual, a la tercera sesión del Comité de Coordinación Macrozonal (CCM), que tuvo como objetivo informar respecto a los resultados preliminares de las distintas actividades realizadas durante el último período, además de adelantar los próximos pasos a seguir.
La reunión contó con la participación de los miembros del CCM, conformado por representantes de la academia y el sector público y privado de la Macrozona Centro, quienes son los encargados de aportar con ideas y validar el trabajo de esta iniciativa financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y ejecutada por ocho instituciones de las regiones de Valparaíso y Coquimbo (PUCV, UV, UTFSM, ULS, UCN, CINV, CEAZA, CREAS),
En la reunión, el director ejecutivo del Nodo CIV-VAL y director de Incubación y Negocios de la PUCV, Etienne Choupay, se refirió a la participación de los distintos actores en las jornadas de trabajo, además de los talleres de Alimentos y Biodiversidad. “Se trata de una primera foto honesta de la situación de CTCi, donde nuestra idea es invitar, desde la Macrozona Centro, a soñar cómo queremos que la ciencia y la tecnología contribuyan al desarrollo social de los territorios”, explicó.
En esa misma línea, Marcelo Olivares, director alterno del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (UCN), sede Coquimbo, destacó que “los talleres han tenido como objetivo co-definir problemas social y territorialmente relevantes para la Macrozona Centro y discutir desafíos en áreas de CTCi que han sido priorizadas de manera participativa por su relevancia para las regiones de Coquimbo y Valparaíso”.
Además, expuso los resultados preliminares e hizo hincapié en que “la mayoría de las respuestas obtenidas en las actividades están relacionados o convergen a un mismo problema, aunque varias de las propuestas corresponden a cambios culturales e institucionales mayores que debemos realizar como sociedad”.
Taller participativo
Con el objetivo de potenciar la retroalimentación y guiar el futuro trabajo del Nodo, la instancia contó con un taller participativo, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de evaluar y priorizar, a través de una plataforma virtual, los resultados obtenidos en las jornadas de trabajo, lo que dio pie a una interesante conversación entre los asistentes.
En ese sentido, y junto con adelantar la próxima puesta en marcha del Comité Regional de Ciencia y Tecnología, la seremi CTCi de la Macrozona Centro, María José Escobar, se refirió al desafío de crear instancias de colaboración institucional para la inserción de capital humano en el sector privado: “Es un tema complejo, ya que, a veces, cuesta encontrar el perfil adecuado o la empresa que lo quiera acoger. Por lo que, primero, hay que conocerse, comenzar con pasantías de investigadores y luego potenciar la inserción”.
También destacó que, “existe una fuerte necesidad de lugares para prototipar soluciones y, en la Macrozona Centro, contamos con muchos. Por lo que sería bueno difundir esta información para que las empresas sepan que estos lugares existen. Mientras tanto, la academia tiene que conocer las necesidades de la industria”.
Del mismo modo, la directora del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables, (CREAS), María Elvira Zúñiga, aseguró que “a veces, no nos estamos poniendo en la situación del sector productivo y la experiencia que ellos han tenido con los científicos. Tenemos un lenguaje y objetivos distintos, por lo que creo que el desafío es cómo podemos crear bienes y aportarnos mutuamente entre las empresas y los investigadores”.
De esta manera, el Nodo CIV-VAL continuará trabajando para la aceleración del impacto territorial de la CTCi en la Macrozona Centro, realizando entrevistas a actores clave y sistematizando los resultados de los talleres. En tanto, el próximo jueves 09 de septiembre se realizará, vía Zoom, la segunda sesión del taller de Recursos Hídricos. Las inscripciones están disponibles en el siguiente enlace: https://forms.gle/n3H8udL72J3iMY787
Con la participación de académicos/as, investigadores/as, representantes del sector público, privado y la sociedad civil de las regiones de Valparaíso y Coquimbo, el Nodo CIV-VAL llevó a cabo de manera exitosa, entre el 18 y 26 de agosto, una serie de talleres virtuales enfocados en Alimentos y Biodiversidad en la Macrozona Centro, cuyo objetivo fue identificar los desafíos y posibles acciones en estas áreas.
Cada taller contó con la realización de dos sesiones participativas vía Zoom, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de trabajar en grupos y entregar su opinión, generando una interesante conversación, que permitió recoger valiosos insumos para dar orientación estratégica a la hoja de ruta que generará el Nodo CIV-VAL.
“Los talleres temáticos del Nodo CIV-VAL tienen como objetivo co-definir problemas social y territorialmente relevantes para la Macrozona Centro en las áreas de biodiversidad, alimentos y recursos hídricos; las cuales han sido priorizadas de manera participativa por su relevancia para las regiones de Coquimbo y Valparaíso”, explicó Marcelo Olivares, director alterno del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (UCN), sede Coquimbo.
Además, hizo hincapié en que estas instancias también permiten proponer líneas de acción para enfrentar los desafíos: ”Una vez definidos los problemas, en la segunda jornada se identifican y discuten desafíos específicos que pudieran ser abordados con CTCi, de manera de identificar líneas de acción, disciplinas y actores que orienten el trabajo futuro del Nodo”.
Dentro de esta misma línea, los días 02 y 09 de septiembre de 2021, de 11 a 13 hrs, se llevarán a cabo los talleres virtuales correspondientes a Recursos Hídricos. La invitación es abierta a actores clave del ecosistema CTCi que tengan experiencia o interés en el área, además de representantes de la academia, la sociedad civil, el sector público y privado. Las inscripciones siguen abiertas en el siguiente link.
Cabe recordar que la iniciativa “Articulación y consolidación del Nodo ‘CIV-VAL’ para la aceleración del impacto territorial de la CTCi en la Macrozona Centro” es financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y ejecutada por ocho instituciones de las regiones de Valparaíso y Coquimbo (PUCV, UV, UTFSM, ULS, UCN, CINV, CEAZA, CREAS), quienes se encuentran trabajando colaborativamente para identificar las brechas que han limitado el desarrollo científico en el territorio para implementar acciones piloto que las aborden.
En poco más de 7 años de vida, el Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) de la Universidad Técnica Federico Santa María -USM- ha ejecutado más de 70 proyectos tecnológicos con empresas de distintos sectores productivos.
Por Trade News
Desde los laboratorios del AC3E de la UTFSM han surgido 4 empresas de base científico-tecnológicas con productos que buscan salir al mercado. “Se trata de una serie de iniciativas, desarrollos y soluciones científico-tecnológicas que aplican eléctrica y electrónica avanzada para integrar sensores, inteligencia artificial, automatización, robótica, análisis de datos entre otras capacidades que se desarrollan en el AC3E, con el objetivo de que se transformen en herramientas que ayudan a empresas y organizaciones a elevar su competitividad, incrementar la eficiencia y calidad de sus procesos, y a desarrollar nuevos productos”, asegura Oscar Solar, gerente general del AC3E
“Por eso hoy es clave que los sectores productivos utilicen la I+D que desarrolla la ciencia chilena para resolver o incluso anticipar problemas complejos y no convencionales, que es lo que hacemos en el AC3E”, agrega.
POTENCIAR
El Centro fue creado por un grupo de académicos de la Universidad Técnica Federico Santa María en 2014, en el marco del Programa de Financiamiento Basal para Centros Científicos y Tecnológicos de Excelencia de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, que busca potenciar el desarrollo económico de Chile a través de un financiamiento substancial y de largo plazo, proporcional a las necesidades e impacto esperado de grupos interdisciplinarios de I+D, organizados en centros de mínimo 6 investigadores titulares, alojados primordialmente en universidades chilenas.
El AC3E reúne al mejor talento en ingeniería eléctrica y electrónica del país, cuyo trabajo espera generar un alto impacto en las áreas de Energía, Tecnologías para la Salud e Industria Inteligente:
“Hemos trabajado para contribuir al desarrollo de innovación y transferencia tecnológica del país y acercar los resultados científicos a la realidad de la sociedad y las necesidades de la industria. Son varias las empresas nacionales que han confiado en nosotros para apoyarlos en resolver temas complejos de alta especialización. Esto nos ha llevado a alcanzar importantes resultados como obtener el Premio Nacional de Medio Ambiente Recyclápolis 2020, en la categoría de Electromovilidad; contar con 4 empresas spin off con desarrollos que buscan salir prontamente al mercado y haber recibido en 4 ocasiones el premio Mejor Innovación o Desarrollo Tecnológico, otorgado por la Asociación de la Industria Eléctrica-Electrónica, AIE”, afirma Solar, agregando que estos resultados podrían ser aún mayores, si más empresas y organizaciones conocieran como la academia puede ser un aliado estratégico identificar sus oportunidades, abordar sus desafíos más críticos y conducirlas hacia la transformación digital.
ESPECIALIDAD
“Hay cada vez más empresas visionarias que aplican la I+D como un proceso necesario para crecer, posicionarse y ser más competitivos, lo cual es un gran paso. En ciertos casos, especialmente en los cuales no existen soluciones estándar en el mercado, el proceso de I+D interno puede resultar costoso, lento y, sobre todo, desviar a la empresa y a sus ejecutivos de su foco de negocio. Es para ello que los Centros de Investigación Avanzada existimos para aplicar nuestro conocimiento de frontera y capacidades altamente especializadas para apoyar a la industria, al país y a la sociedad en situaciones complejas. Esto es lo que hace el AC3E, aportando con soluciones futuristas en problemas del presente con foco en ingeniería eléctrica y electrónica, que son áreas que impactan transversalmente a cualquier industria”, comenta el ejecutivo.
En un periodo en que las distintas industrias y sectores se han puesto a prueba debido a la contingencia sanitaria provocada por la pandemia, la ciencia y la tecnología han adquirido un rol protagónico. Según comenta Solar, es una oportunidad “enorme” para el país.
“Ojalá no recurramos a la ciencia solo para resolver catástrofes y problemas inminentes, sino como una práctica sistemática para trabajar en su prevención, para planificar e implementar la diversificación de nuestra matriz productiva nacional, para apoyar a empresas e instituciones con el propósito de fortalecer su propuesta de valor y anticiparse a cambios cada vez más frecuentes y disruptivos. Con los desarrollos científicos que se han conseguido en el AC3E, podemos acelerar sus procesos de innovación”, manifiesta el gerente general de AC3E.
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Revisa el resumen preliminar con los resultados de las jornadas de trabajo realizadas por el Nodo CIV-VAL en las regiones de Valparaíso y Coquimbo, cuyo objetivo fue identificar brechas y problemas territoriales en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación.
Los días 27 y 28 de julio de 2021, el Nodo CIV-VAL realizó dos jornadas de trabajo, en las regiones de Coquimbo y Valparaíso respectivamente, cuyo objetivo fue identificar brechas y problemas del ecosistema de CTCi en la Macrozona Centro, que servirán como insumo para la elaboración de la hoja de ruta del Nodo.
A continuación, se presenta un resumen de las problemáticas y/o brechas identificadas en la instancia, además de posibles acciones concretas para enfrentarlas. Son resultados en bruto y muchos de ellos pueden escapar del ámbito de acción del Nodo, o pueden involucrar cambios institucionales o culturales mayores. En futuros talleres se realizarán ejercicios de acotación, reformulación y delimitación de los posibles acciones o lineamientos que se incluirán en esta hoja de ruta.
La información levantada se presenta categorizada por ámbitos (Capital humano, Investigación, Innovación en el sector productivo y Vinculación con la ciudadanía) y región (Coquimbo y Valparaíso).
Revisa los resultados preliminares AQUÍ:
Si perteneces al ecosistema CTCi de la Macrozona Centro, puedes complementar los resultados AQUÍ.
De la instancia participaron además la Seremi de Ciencia de la Macrozona Centro, representantes del Nodo CIV-VAL, Consorcio Science Up y las Oficinas de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la zona.
Hasta la Dirección de Incubación y Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso llegaron la directora nacional de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Aisén Etcheverry, junto a la seremi de Ciencias de la Macrozona Centro, María José Escobar, para conocer el trabajo que se desarrolla en la región de Valparaíso en materias de fomento de la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCi), específicamente relacionado al desarrollo del Nodo CIV-VAL, Consorcio Science Up y al trabajo de las Oficinas de Transferencia Tecnológica de la región.
En la oportunidad, el director ejecutivo del Nodo CIV-VAL y director de Incubación y Negocios de la PUCV, Etienne Choupay, expuso el trabajo desarrollado por el Nodo CIV-VAL, iniciativa ejecutada entre ocho instituciones (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Santa María, Universidad de Valparaíso, Universidad Católica del Norte, Universidad de La Serena, Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables, Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas y el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso) de las regiones de Coquimbo y Valparaíso y financiada por la ANID, para acelerar el impacto territorial de la CTCi en la macrozona centro.
Adicionalmente, se refirió a la labor del consorcio Science Up, integrado por la Universidad Católica del Norte, Universidad de Santiago de Chile y la PUCV, en el marco del programa Ciencia e Innovación para el 2030, en cuanto a la segunda fase de implementación del Plan de Desarrollo Estratégico que busca la transformación de sus Facultades de Ciencias en actores relevantes de la transferencia tecnológica, innovación y emprendimiento de base científica-tecnológica.
“Como Universidad estamos muy contentos con esta reunión, donde pudimos discutir y conversar temas que sin duda ayudarán a fortalecer nuestras capacidades institucionales en torno al desarrollo tecnológico y a propiciar un vínculo más colaborativo con la sociedad y el sector privado desde la CTCi, en particular desde nuestra región de Valparaíso”, sostuvo Choupay.
Finalmente, la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la PUCV, en conjunto con el mismo organismo de la Universidad Santa María (USM) y Universidad de Valparaíso (UV), hablaron sobre su trabajo conjunto, desafíos y oportunidades futuras, considerando que la ANID lanzó a comienzos de año un concurso para dar continuidad y fortalecer las capacidades de estas oficinas y potenciar su aporte a la transferencia de tecnologías desde el sistema CTCi.
COOPERACIÓN Y COORDINACIÓN
Desde este año, las capacidades que tenía la Corfo para apoyar la innovación y el fomento productivo comenzaron a ser administrados y evaluados por la ANID, ahora enfocada en promover el desarrollo científico y tecnológico, la innovación y el emprendimiento de base científica-tecnológica en todo el territorio nacional. Para su directora, esto es un hecho inédito de gran relevancia en la institucionalidad pública, pues les permite interactuar con todos los actores del sistema, incluyendo a las instituciones de educación superior.
“Hoy desde la Agencia podemos ver todo el desarrollo del conocimiento, desde la formación hasta la transferencia tecnológica, y eso nos permite vislumbrar mucho mejor a qué tipo de profesionales necesitamos formar, cuáles son las necesidades de las universidades y los ‘cuellos de botella’ que impiden que la ciencia básica avance a la aplicada”, señaló Etcheverry.
En este sentido, calificó como “su principal socio estratégico” en el desarrollo del sistema CTCi a las universidades. “Las universidades hoy en día tienen un mandato claro de formación, de generación de conocimiento e investigación, y han avanzado muchísimo en los temas de transferencia e innovación. Nuestro rol es acompañar ese proceso y fortalecer su trabajo, para que su impacto dentro del ecosistema pueda potenciarse en beneficio del país”, manifestó.
Asimismo, enfatizó que uno de los principales desafíos a enfrentar es la cooperación y coordinación de todos los actores. “La conversación de hoy habló de eso, cómo teniendo equipos maduros, con conocimientos y capacidades, podemos apuntar a un crecimiento coordinado y no competitivo. Ese es el desafío: generar modelos de financiamiento que permitan esta colaboración, es decir, que acompañemos esta maduración desde el fomento para facilitar un trabajo que ya está ocurriendo en los territorios”.
“Lo que vemos en Valparaíso es muy prometedor, hay un ecosistema robusto, existe confianza entre los distintos actores, equipos de trabajo que se movilizan en conjunto y para beneficio de la región”, acotó la Directora Nacional de ANID, resaltando la labor del Nodo CIV-VAL, el Consorcio Science Up y las distintas OTLs en la zona.
En este sentido, la seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, María José Escobar, sostuvo que en la región se tiene “una visión compartida, que es consolidar a Valparaíso como un polo tecnológico, y la única forma de poder lograr eso es trabajar de manera colaborativa. No tan solo en la creación de conocimiento científico, sino en cómo ese conocimiento sale de la academia y se instala en el sector productivo y sector público”.
Hasta el 31 de agosto, todas y todos están invitadas a postular a mujeres destacadas de las distintas áreas de las Ciencias, la Tecnología, el Conocimiento y la Innovación a través de la Consulta “Mujeres destacadas de nuestra tierra”.
El Proyecto Explora Valparaíso, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, con el apoyo de la Secretaría Regional Ministerial de la Mujer y Equidad de Género, la Secretaría Regional Ministerial de Ciencia de la Macrozona Centro; además de científicas, investigadoras y especialistas en diversas disciplinas; invitan a toda la comunidad regional a ser parte de la consulta ciudadana “Mujeres destacadas de nuestra tierra”
Esta consulta busca visibilizar a las mujeres generadoras del conocimiento de las distintas provincias de la región, con el objetivo de contribuir a la disminución de la brecha de género en nuestro territorio.
Puedes auto-postularte o postular a mujeres mayores de 18 años, de cualquiera de las ocho provincias de la Región de Valparaíso, que se desempeñen en cualquiera de las siguientes áreas:
De esta forma, la ciudadanía podrá postular a quienes trabajan en diversos oficios, a quienes se desempeñan en educación; a quienes realizan investigación desde sus emprendimientos, a aquellas mujeres que trabajan por el cambio climático, por la salud mental, en la agricultura, deportes, y en muchísimas otras áreas. También podrán postular a mujeres que hayan tenido o tengan un rol importante en el combate de la pandemia contra el COVID-19, como doctoras, enfermeras, sicólogas, técnicas en enfermería, y muchas otras.
Para ser parte de la consulta, visita las bases disponibles en este enlace y completa hasta el 31 de agosto el siguiente formulario pinchando aquí.